martes, 11 de septiembre de 2012

Españoles por el mundo… de yupi


“¡Hola chicos! Un día me vine a hacer submarinismo a Funafuti y me enamoré locamente de un aborigen cachas de dos metros de altura. ¡Lo dejé todo por amor! Ahora vivimos en esta casita rosa de tres plantas con piscina y pista de tenis, tenemos cuatro hijos, dos perros y un koala, y nos dedicamos a la cría del mejillón dorado”. Tras el último capítulo de “callejeros o sea viajeros” especial “Isla Tuvalu” hubo una avalancha de españoles y la isla se hundió.

Otros destinos han corrido mejor suerte, pero no deja de ser necesario que las autoridades españolas adviertan de la llegada masiva de expatriados en busca de El Dorado, especialmente después de cada emisión de “triunfadores por el mundo” y demás variantes.

Vivir en el extranjero tiene, como todo, sus cosas buenas y sus cosas malas, por mucho que los entrevistados se empeñen en decir que “la paella de los domingos aquí nos sale mucho mejor que en Valencia pues le echamos coco y papaya”. Los creadores de estos realities alegan que se trata de ofrecer una mirada “optimista” de gente que ha triunfado, pero cada vez más el público se siente más engañado y burlado ante unos reportajes que obvian cualquier aspecto negativo de la emigración y de los lugares que nos muestran.

A día de hoy, han conseguido que muchas familias españolas esperen con angustia el próximo programa, con miedo a que salga su hijo primogénito: “Hola, pues… me llamo Manolo y vivo con estas tres chinas, aquí hace un frío que pela y los domingos comemos pasta con atún”.

Y con todo, no se trata de los peores programas que ofrecen en televisión, sin embargo, no estaría de más reformular o bien el nombre o bien la idea. Si optan por lo segundo, hay muchos ejemplos de personas que se han construido una vida lejos a base de esfuerzo, otros recién llegados que tienen un mundo por descubrir, otros ya hartos que están a punto de hacer las maletas,…

Quizás, la verdadera mirada optimista se obtenga al mostrar la lucha ante la dificultad, una victoria después de varias derrotas. Hay muchos “españoles ante el mundo” para enseñarnos como, aún y las adversidades, siempre existe una anécdota graciosa, un pequeño rincón o una extraña costumbre que hacen de esta emigración una experiencia gratificante o, cuanto menos, enriquecedora.  

1 comentario:

  1. Hoy en día todo se muestra tan fácil y sencillo que cuando algo (por muy pequeño que sea) empieza a fallar provoca la desesperación de aquél que se ha esforzado mucho por lograr ese "algo".

    Los medios nos venden todo como algo tan simple, pero no muestran las verdaderas luchas, las que verdaderamente valen la pena mostrar n__n

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